Even through the storm in the desert,
our Master carries us with his mercy. (compare 187:5.2)
In the face of the tempest within the arid expanse, our Master, with His boundless mercy, carries us onward. Even as the winds howl and the sands swirl in the desert storm, His benevolent presence guides us through our tumultuous walk in life. In the embrace of His compassion, we find solace and strength, going beyond the challenges that may assail us.
In the Urantia Book, we discover the nature of divine mercy and the eternal love that our Master extends to each soul walking the arduous path of life. The fatherhood of God is exemplified in His unwavering support, akin to a benevolent shepherd guiding his flock through the trials of the spiritual wilderness.
Even through the storms, let us remember that regardless of the adversities we encounter, we are united as brothers and sisters under the compassionate hands of our Creator. In this unity, we find strength, and the assurance that we are not alone.
May the Master’s teachings always remain strong within our hearts, creating harmony and fraternity amidst the desert storms of life. As we persevere through the trials, let us remain steadfast in our faith in the Universal Father.
Las Tormentas del Desierto
Incluso a través de la tormenta en el desierto,
nuestro Maestro nos lleva con su misericordia. (Comparar 187:5.2)
Ante la tempestad en la árida extensión, nuestro Maestro, con Su misericordia infinita, nos lleva hacia adelante. Aun cuando los vientos aúllen y las arenas giren en la tormenta del desierto, Su presencia benevolente nos guía a través de nuestra tumultuosa caminata en la vida. En el abrazo de Su compasión, encontramos consuelo y fuerza, yendo más allá de los desafíos que puedan asaltarnos.
En el Libro de Urantia, descubrimos la naturaleza de la misericordia divina y el amor eterno que nuestro Maestro extiende a cada alma que camina el arduo sendero de la vida. La paternidad de Dios se ejemplifica en Su apoyo inquebrantable, similar a un pastor benevolente guiando a su rebaño a través de las pruebas del desierto espiritual.
Incluso a través de las tormentas, recordemos que, independientemente de las adversidades que enfrentemos, estamos unidos como hermanos y hermanas bajo las manos compasivas de nuestro Creador. En esta unidad, encontramos fuerza y la certeza de que no estamos solos.
Que las enseñanzas del Maestro siempre permanezcan fuertes en nuestros corazones, creando armonía y fraternidad en medio de las tormentas del desierto de la vida. Mientras perseveramos a través de las pruebas, mantengámonos firmes en nuestra fe en el Padre Universal.
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